Desde cuando apareció por primera vez en los medios de comunicación, allá por el año 2005, Blue Monday está de moda. Año tras año el tema vuelve a la prensa y la publicidad. Entonces, ¿por qué no llevarlo a clase? Aireemos un poco nuestro programa y propongamos a los alumnos un tema diferente, fresco y actual
Os presento una serie de actividades centradas en el tema del Lunes Triste. Permiten trabajar la comprensión lectora, ampliar y matizar vocabulario y, como siempre en caso mis materiales didácticos, hablar, hablar y hablar 🙂 Los he preparado pensando en alumnos de niveles superiores: B2/C1. El tiempo estimado de su puesta en práctica es de aproximadamente 90 minutos. La hoja de trabajo para los alumnos la podéis descargar aquí. Y aquí la hoja de profesor.
1. Trabajar el vocabulario
Lo primero que vamos a hacer es lo que los alumnos de niveles superiores más necesitan: ampliar vocabulario y conocer los diversos matices que pueden tener palabras consideradas sinónimos.
Después de que vuestros alumnos – trabajando individualmente – repartan y ordenen los vocablos del cóctel de palabras, dedicad unos minutos para hablar – en grupo grande – sobre las listas de vocabulario que crearon. Pedidles que justifiquen sus escalas de intensidad y que den ejemplos que sirvan para diferenciar, por ejemplo, un bajón anímico del abatimiento o que permitan distinguir la satisfacción y el placer. Por supuesto, si queréis, podéis añadir más palabras a las listas.
A continuación trabajaremos con colocaciones. Os propongo dividir a los alumnos en grupos pequeños, de entre 2 y 4 personas, y que intenten primero ellos mismos encontrar todas las colocaciones posibles. Por supuesto después tendremos que comentar y corregir su trabajo en grupo grande. Una vez hecho esto, es muy importante hacer hincapié en la tercera fase del ejercicio (la letra C), es decir poner en práctica el vocabulario conocido.
Puesto que más adelante trataremos el tema del Lunes Triste, os propongo invitar a los alumnos a definir, utilizando como mínimo un par de las colocaciones introducidas, qué es o qué quiere decir el concepto de Blue Monday que muy probablemente ya hayan oído en alguna parte. Pero hay otras posibilidades:
– contar el día de ayer de Juan el Tristón, el chico más aguafiestas del mundo,
– contar la semana pasada de Alicia Risueña, la chica más optimista del planeta,
– redactar una entrada del diario íntimo de Carlota que empieza con la frase: Hoy me ha dejado Andrés….,
– escribir un correo electrónico donde hablamos de cómo nos han concedido una beca de estudio/trabajo,
– redactar la lista de los cinco consejos que me gustaría dejar a mis hijos/a la humanidad, etc.
Así, además del vocabulario, los alumnos pueden practicar la expresión escrita. En todo caso siempre habrá una condición de por medio: utilizar al menos un par de las colocaciones conocidas previamente.
2. El Lunes Triste
Pasamos a la segunda parte de la clase. Los alumnos leen individualmente un artículo adaptado de la prensa y se preparan para hablar y debatir. El texto les ha de plantear interrogantes y dar ideas para conversar. El tema del debate lo elegís vosotros; en la hoja de profesor os dejo un par de sugerencias.
En realidad los materiales incluyen dos artículos. El segundo, La importancia de la tristeza, me ha parecido muy interesante y permite prolongar o ampliar el debate abarcando nuevos temas y planteamientos. Si os sirve, también lo podéis utilizar. De hecho, yo he pensado que quizás centrando un poco más la conversación en el tema de la tristeza, el ocio y los placeres, los alumnos puedan volver a utilizar el vocabulario anteriormente conocido (las colocaciones). No obstante, en esta fase de la unidad se trata principalmente de hablar, independientemente de si se logran utilizar las aportaciones terminológicas nuevas.
3. La tarea final
Terminamos la clase con una actividad en parte individual y en parte lúdica. Cada estudiante crea su propia ecuación del Lunes Triste, pero después las ponemos todas en común. Es tiempo de compartir, de reír de las ideas disparatadas de otros y de admirar su sensibilidad. Podemos presentar y aclarar a los demás nuestras fórmulas, podemos opinar y valorarlas. Podemos incluso votar la mejor ecuación de Blue Monday del año 2018. Y de paso conocer una faceta menos común de la lengua y, ¿cómo no?, hablar y pasarlo bien 🙂
El tema te parece interesante, pero no es para tus niveles. Lee aquí la propuesta de materiales didácticos para alumnos de nivel A2.